¿Qué habilidades y capacidades buscamos en nuestros líderes empresariales?

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Las habilidades de un líder marcan la diferencia en la lucha diaria por el posicionamiento empresarial en el mercado.

HLB comparte las principales claves para alcanzar el éxito empresarial:

  • Saber delegar: Es una de las principales dificultades para un manager. En la mayoría de los casos es es un sinónimo de perder el control sobre el proyecto y por eso acaban realizando muchas tareas que no les corresponden o molestando a su equipo haciendo micromanagement. 

El correcto sistema de delegación debe estar basado en  reporting de tareas y objetivos, así la pérdida de control desaparecerá y el manager estará al tanto de todos los progresos en el proyecto.

  • Capacidad de coordinación y colaboración: Para lograrlo es necesario que el equipo de trabajo alcance los objetivos planteados optimizando tiempo y esfuerzos. Los desperdicios no caben dentro de esta habilidad.

Para incentivar la coordinación y colaboración, se requiere de liderazgo, proporcionando técnicas y herramientas que sirvan de canal.

  • Planificación Estratégica: Es la habilidad que permite conocer el estado actual de la empresa, el equipo humano y los recursos de los que dispone para elaborar una “ruta” que lleve al equipo a alcanzar los objetivos establecidos para el proyecto.

Se requiere de intuición, creatividad y por supuesto la visión. Si un manager está inmerso en su día a día en tareas puramente ejecutivas es posible que pierda la visión general de la empresa y por lo tanto no pueda desarrollar esta planificación. Por este motivo es importante que de vez en cuando se aleje de estas tareas y dedique un tiempo a contemplar la situación a “vista de pájaro”.

  • Habilidad comunicativa: Sin una buena capacidad comunicativa sería difícil desarrollar el resto de habilidades de un líder. El reto más grande es diferenciarse para tener grandes dotes oratorias, sin embargo, la clave es saber hablar como saber escuchar.
  • Empatía: Es la capacidad de percibir lo que otra persona siente, es decir, es ponerse en el lugar de otras personas. Un buen líder debe ser siempre una persona empática ya que gracias a ello podrá modular y adaptar su discurso dependiendo de la persona o personas con las que se está comunicando.

Si somos capaces de ponernos en la piel del cliente interno, externo y stakeholder, será más fácil entender su situación y ser capaces de desarrollar una buena comunicación orientada a conseguir nuestros objetivos.

  • Motivación e inspiración: Un equipo motivado no sólo es un equipo que trabaja a un rendimiento superior sino que también es más feliz y ayuda a atraer y retener al mejor talento. 

El salario ya no es un motivo suficiente para retener al talento. Es la cabeza y el equipo de trabajo quien motiva a trabajar con amor y satisfacción. La construcción de un clima de confianza es un verdadero reto que debemos alcanzar.

  • Valor: Es una habilidad que marca la diferencia. Un líder demuestra valor cuando toma decisiones difíciles, cuando asume las responsabilidades de sus errores y los de su equipo o cuando tiene que salir de su zona de confort para realizar tareas que están más allá de su deber.
  • Compromiso: Se manifiesta de muchas maneras; con la empresa para no abandonar en las buenas ni en las malas, con el equipo para liderar eficazmente, con el cliente interno y externo.

El compromiso individual de un líder se verá amplificado cuando su equipo también adquiera ese compromiso y trabaje codo con codo para llevar el proyecto hacia el éxito. 

  • Resolución de problemas: Un manager también debe ser una persona resolutiva, es decir, una persona con recursos y conocimientos para desatascar y resolver problemas. Y es que en ocasiones hay ciertos bloqueos que sólo los puede resolver un manager y es ahí donde entra la capacidad de resolución de problemas que permite al equipo seguir avanzando.
  • Resiliencia: Por último, aunque hemos hablado de la capacidad de resolver problemas, siempre es inevitable que surjan problemas que no se pueden resolver. En ese instante es necesario ser capaces de gestionar las consecuencias, absorber la responsabilidad y no permitir que salpique a nuestro equipo si él no ha tenido la culpa.

La resiliencia es precisamente la capacidad de las personas para sobreponerse a situaciones adversas y recuperarse rápidamente de ellas. Un líder no puede permitir que los problemas y adversidades le impidan trabajar, la valentía se verá sobreponerse rápido y continuar trabajando.


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